10 usos del amoniaco

10 usos del amoniaco
Imagen: curiosoando.com

El amoniaco o amoníaco es un gas que, disuelto en agua, puede usarse en infinidad de casos, especialmente como limpiador del hogar. Sus propiedades lo convierten en un producto muy apropiado para eliminar suciedad y manchas de numerosas superficies. De esta forma, el amoniaco es ideal atacar los pegotes o las suciedades acumuladas de suelos y muebles hechos de baldosa, linóleo y otros materiales.

Ahora bien, ¿qué tipos de suciedades pueden limpiarse con el amoníaco y cómo se usa? Más allá de sus usos en la limpieza del hogar, ¿para qué sirve el amoníaco? En unCOMO, vamos a contarte 10 usos del amoniaco para que puedas aprovechar sus propiedades en tu día a día y hacerte la vida más fácil. ¡Continúa leyendo y comencemos!

Para qué sirve el amoniaco

El amoniaco, también conocido como gas de amonio, es un compuesto químico derivado del nitrógeno. La fórmula del amoniaco es NH3 y esta sustancia se caracteriza por tener un olor muy fuerte que resulta desagradable al percibirlo. Además de ser usado en muchos productos de limpieza, donde se utiliza en estado líquido, el amoniaco sirve para:

  • Fertilizar suelos
  • Desengrasar y desinfectar
  • Limpiar textiles y calzados
  • Tratar picaduras de animales
  • Eliminar malos olores
  • Cambiar los colores de la madera
  • Crear gases refrigerantes en aires acondicionados
  • Purificar aguas residuales
  • Fabricar plásticos, telas, tinturas, entre otros productos químicos
  • Elaborar fármacos

Como ves, el amoniaco también cuenta con muchos otros usos industriales, pues sirve como refrigerante y como combustible, así como también sirve para eliminar la contaminación de óxidos de nitrógeno, para destruir bacterias en los alimentos y para controlar procesos de fermentación.

En muchos casos, el amoniaco no puede usarse de modo doméstico debido a su toxicidad. En este sentido, es importante que tengas en cuenta que el amoníaco, mezclado con ciertas sustancias como la lejía, puede producir gases muy peligrosos para la salud. Te contamos un poco más al respecto en nuestro artículo Qué pasa si juntas lejía y amoniaco. Asimismo, el amoníaco es peligroso para organismos acuáticos, pues estos no cuentan con el mecanismo que, en los humanos, ayuda evitar su concentración en la sangre. Por tanto, es peligroso para el ambiente.

Amoniaco: un excelente desengrasante

Uno de usos domésticos del amoniaco más conocidos es como desengrasante, puesto que es un limpiador muy efectivo para absorber las manchas y salpicaduras de grasa de los fogones o la vitrocerámica, así como también de las encimeras y baldosas.

Del mismo modo, podemos utilizar el amoniaco diluido en agua para limpiar el horno. Es común encontrar grasas o restos de comida quemada en el interior de este tipo de electrodométicos, por lo que el amoniaco es excelente para ablandar la suciedad y hacer la limpieza mucho más fácil.

Asimismo, si tienes platos con mucha grasa y no sabes cómo hacer para despegarla, puedes mezclar unas gotas de amoniaco con agua. Limpia el plato y luego enjuágalo con agua y jabón, verás que es mucho más fácil dejar tus platos limpios.

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El amoniaco en la agricultura

La mayor parte del amoniaco usado en el mundo es para la industria agrícola, pues es un elemento clave de los fertilizantes, donde se halla en forma de amoníaco anhidro, sin agua. Debido a que el amoníaco es un derivado del nitrógeno, este aumenta los niveles de nitrógeno en el suelo.

De esta forma, ayuda a incrementar el rendimiento de los cultivos como el maíz y el trigo. La aplicación es gaseosa y es más efectiva en suelos muy bien labrados y con buenos espacios de aire.

Atención: esto no quiere decir que los productos de limpieza con amoniaco pueden utilizarse para regar las plantas domésticas. El amoniaco diluido en agua forma una sustancia que es tóxica para las plantas y que, con el tiempo, secará los suelos y provocará sus muertes. En nuestro artículo Cómo hacer fertilizante casero te mostramos formas naturales de ayudar a tus plantas a crecer sanas.

Imagen: cif.cl

Otros usos industriales del amoniaco

El amoniaco también tiene muchos usos en la industria química. En su forma gaseosa, se utiliza como gas refrigerante para mantener el frío y disipar el calor en aires acondicionados, así como también en espacios de refrigeración de alimentos. Por ser un derivado del nitrógeno, el amoniaco también sirve para producir hielo.

Además, el amoniaco es usado para la producción de ácido nítrico, un compuesto utilizado en la fabricación de fármacos, resinas, plásticos y explosivos. En otras industrias, es usado como base para elaborar textiles y metales.

El amoniaco en la limpieza de vidrios y cristales

Otra de las aplicaciones del amoniaco en la limpieza del hogar es la de usarlo para limpiar vidrios. Es recomendable limpiar las ventanas y espejos con amoniaco para conseguir una limpieza sin igual y devolverles el brillo. Con este producto, será fácil retirar todo tipo de manchas y huellas, para así conseguir unos cristales brillantes en tan solo un instante. Puedes ver más consejos como este en nuestro artículo sobre Trucos para limpiar cristales.

Cada vez que utilices el amoniaco para limpiar el hogar, no olvides utilizar guantes, ya que puede resultar abrasivo para la piel. Al menos que sea un limpiavidrios con base de amoníaco, deberás diluirlo en tres partes de agua para utilizarlo.

El amoniaco para desinfectar y limpiar baños

En esta lista de usos del amoniaco, no puede faltar su efectividad en la limpieza de baños, pues actúa eficazmente en baldosas y azulejos, retirando las suciedades y ayudando a mantener las paredes alicatadas limpias y brillantes por bastante tiempo. Además, el amoniaco desinfecta y esexcelente para quitar manchas de moho y de óxido, muy comunes en los baños.

Es muy común utilizar lejía para limpiar los baños, así que ten mucho cuidado de no mezclar ambas sustancias mientras limpias el baño.

En nuestro artículo Cómo usar el amoniaco para limpiar te damos muchos más consejos e instrucciones para que lo utilices correctamente.

Amoniaco en la madera

El amoniaco diluido en agua se usa también como limpiador de suelos y muebles de madera. No obstante, no puede usarse a la ligera. El amoniaco también se utiliza para quitar el barniz o las capas de pintura en la madera, así que debes asegurarte de que la madera que vayas a limpiar no esté barnizada.

Si no estás seguro, puedes mojar un paño con un poco de amoniaco diluido en agua. Intenta limpiar una sección pequeña de la madera como prueba y observa si cambia el color de la misma. Si quieres conocer más acerca de Cómo usar amoniaco para la madera correctamente, haz clic en el enlace y visita nuestro artículo al respecto.

El amoniaco también se usa para oscurecer la madera del roble, puesto que el compuesto reacciona con los taninos de la madera y provocan cambios en su coloración, haciéndola más oscura.

Amoniaco para lavar la ropa y el calzado

Puesto que el amoniaco también es capaz de eliminar manchas sobre los tejidos, este también es utilizado en la limpieza de la ropa y el calzado. Por ejemplo, es posible quitar manchas de vino con amoniaco, aunque no todos los tipos de telas son resistentes al amoniaco. Por ello, es importante que pruebes en alguna zona no visible de la prenda para no estropearla.

Si compruebas que puedes lavar tu ropa con amoniaco, puedes mezclar un poco de amoniaco con detergente o meter un chorrito en la lavadora al momento de comenzar el ciclo de lavado. No lo mezcles con lejía.

El amoniaco también es utilizado para limpiar calzados, sobre todo aquellos hechos de materiales que no admiten lavado. Para limpiar los zapatos con amoniaco, deberás diluirlo en una mezcla de agua y jabón. De esta forma, podrás limpiar zapatillas deportivas o zapatos más delicados como las alpargatas.

Amoniaco en la limpieza de alfombras

Como hemos dicho antes, el amoniaco es capaz de eliminar manchas en tejidos. Por esa razón, otro de los usos del amoniaco es la limpieza de alfombras y moquetas, pues ataca eficazmente la suciedad en los tejidos gruesos de este tipo, algo que resulta muy útil cuando se derraman líquidos sobre las alfombras.

En este caso, la mejor forma de limpiar una alfombra con amoniaco es utilizar un pulverizador o spray para aplicar el amoniaco previamente diluido en agua. Aplícalo sobre la mancha que quieres eliminar y restriega hasta que se borre por completo.

Amoniaco para las picaduras de animales

El amoniaco es un conocido antiséptico, por lo que puede ayudar a aliviar la picazón y el ardor de picaduras de insectos como las avispas. Debido a su pH básico, el amoníaco actúa neutralizando el ácido de la picadura. Por esta razón, es súper importante que se aplique justo después de que la picadura haya ocurrido.

Antes de aplicar el amoniaco sobre la picadura, chequea que no queden rastros de aguijones y lava la zona con agua y jabón. Diluye el amoniaco en agua y aplica una compresa sobre la herida.

El amoniaco también es útil para picaduras de medusas y, junto con el vinagre, es un remedio casero mucho más recomendado que otros como la orina.

El amoniaco para eliminar los malos olores

El amoniaco también es muy apropiado para eliminar olores, tales como el olor a humedad o moho que suele adherirse a los tejidos como los trapos de cocina o las toallas de baño.

Para usarlo, deberás añadir un poco de amoniaco al agua de lavado. Sentirás como los olores desagradables desaparecerán. Asimismo, el amoniaco también puede utilizarse como sustituto del suavizante, pues ayuda a reducir la electricidad estática.

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