Normalmente tenemos en el armario alguna prenda de algún tejido delicado que nos da miedo limpiar en casa pero, si sabemos como hacerlo bien, no hay ningún problema en hacerlo nosotros mismos. Quizás tienes un abrigo guardado y quieres sacarlo de nuevo pero huele a humedad o puede que llevando tu abrigo de lana preferido se te haya manchado. ¿Sabes como limpiarlo sin llevarlo a la tintorería y que quede como nuevo? Desde unComo.com queremos ayudarte a que este otoño puedas lucir de nuevo ese abrigo que tanto te gusta, por ello, en este artículo te explicamos paso a paso cómo lavar un abrigo de lana en casa.
- Agua fría
- Detergente especial para lana
- Toalla grande
- Cepillo para ropa
Lavar ropa de lana en casa no es difícil, pero debemos tener cuidado porqué es un tejido delicado. Lo primero que debemos hacer es mirar la etiqueta de nuestro abrigo de lana para asegurarnos de cuál es su composición y de cuáles son las instrucciones recomendadas para su mantenimiento y limpieza. Si hacemos caso de la etiqueta tendremos un abrigo de lana para estar bien calientes durante muchos años. Existen varias formas de lavarlo, pero la que elijamos dependerá de si en la etiqueta se especifica una sola forma de lavado debido a que contiene un alto porcentaje de lana o si nos permite más formas de hacerlo al tener un porcentaje menor de este tejido.
Puedes lavar el abrigo de lana a mano, para ello llena un barreño, la bañera o el fregadero con agua fría y utiliza un detergente especial para lana, el cual podrás encontrar en cualquier supermercado. Es muy importante que lo laves con agua fría o un poco tibia pero nunca con agua caliente, puesto que la lana es un tejido que se encoge con temperaturas altas. Utiliza la cantidad de detergente que indique la etiqueta de este para asegurarte de no dañar el tejido y sumerge el abrigo varias veces durante unos pocos segundos para que el agua y el jabón penetren bien en todo el abrigo. Déjalo a remojo durante unos 5 minutos y luego enjuaga el abrigo de lana con agua fría abundante varias veces hasta que veas que no sale más detergente.
Para exprimir el agua no lo retuerzas, mejor aprieta por zonas hasta que le hayas sacado toda el agua posible. Puedes enrollarlo en una toalla grande procurando que esté lo más liso posible, pues en este tejido se marcan las arrugas y dobleces con mucha facilidad. Una vez la toalla haya absorbido el máximo de agua, no cuelgues el abrigo para que se seque porqué seguramente se le marcará la percha, es mejor que lo extiendas en una superficie plana sobre una toalla seca y dejes que se vaya secando poco a poco. Dale la vuelta cada media hora para que se vaya secando bien y para asegurarte de que no se le marcan arrugas. cuando esté bien seco tendrás tu abrigo de lana limpio y como nuevo.
Otra posibilidad es lavar el abrigo de lana en la lavadora, pero solo si en la etiqueta no indica lo contrario y si tu lavadora tiene un programa específico para lavar lana o para prendas delicadas, asegúrate de que se lava con agua fría para evitar que el abrigo se encoja. Es muy importante que le quites los broches que pueda llevar, el cinturón si lo tiene y que abroches todos los botones y cierres las cremalleras, así evitarás que alguna pieza se enganche en la lavadora y se rompa o dañe el abrigo. También puedes poner el abrigo de lana en una bolsa especial para lavado en máquina para asegurarte de evitar daños causados por los movimientos de la lavadora. Es preferible que utilices el detergente especial para lana antes mencionado y que cuando la lavadora termine todo el proceso de limpiado y centrifugado no cuelgues el abrigo, si no que lo extiendas sobre una superficie lisa con una toalla seca, tal y como hemos explicado antes y así evitarás que queden marcas en la lana.
Otra opción muy útil para limpiar prendas delicadas como un abrigo de lana, es lavar solo la parte sucia evitando así tener que lavar la pieza entera, pues de hacerlo innecesariamente estaríamos desgastando más el tejido y le acortaríamos la vida a nuestro abrigo. Sigue el mismo procedimiento que para lavarlo a mano, pero solo sumerge la zona sucia o la parte en la que haya una mancha, si no puedes sumergir esa parte puedes hacerlo sobre una toalla e ir mojando la tela hasta que quede bien empapada y luego la enjuagues de la misma forma bajo el grifo.
El secado del abrigo de lana es muy importante puesto que el resultado final depende de cómo lo hagamos. Como ya hemos comentado la lana es un tejido que se encoje a altas temperaturas por ello siempre usaremos agua fría, pero además es vital que no usemos la secadora ni un secador de mano para acabar de quitar la humedad de nuestra prenda. Hay que dejar que se vaya secando solo, dejándolo extendido en una superficie grande y lisa, para ayudarnos a que el proceso sea más rápido podemos abrir las ventanas, pero nunca usemos aire caliente. Asimismo, no debemos colgarlo de perchas ni en el tendedor porqué se marcarán todas las formas y arrugas en la tela y podría deformarse el abrigo. Para terminar, puedes usar un cepillo para ropa y así dejar tu abrigo de lana perfecto.
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