Son muchas las causas que pueden hacer aparecer grietas en nuestros techos, como la humedad o el simple paso del tiempo. Estas grietas afean el aspecto de nuestro hogar y, además, pueden generar problemas como filtraciones de agua. En el caso de localizar grietas muy profundas, será necesario que contactes con especialistas para asegurar que no hay problemas en la estructura de la vivienda. Pero si se trata de simples grietas superficiales, podrás arreglarlas tú mismo/a, siguiendo los pasos de unComo sobre cómo reparar grietas en el techo.
Lo primero que deberás hacer será evaluar el número de grietas del techo, así como la profundidad de las mismas. De esta forma, localizaremos todas las zonas a reparar y, en caso de que sean muchas o muy hondas, quizá será mejor opción contactar con un profesional de las reformas.
A continuación, con la ayuda de una espátula, deberás agrandar un poco cada grieta para que el producto con el que después las taparemos penetre mejor. De lo contrario, es probable que más adelante vuelva a desprenderse.
También se recomienda quitar un poco de la pintura de alrededor de las grietas del techo, para un mejor resultado y evitar que estas capas de pintura caigan posteriormente.
A continuación, deberás eliminar todos los restos de polvo y suciedad generados al agrandar las grietas, para que el producto reparador se fije bien. Usa un cepillo o pincel para que quede todo el techo bien limpio.
Prepara la masa del producto con que vas a reparar las grietas, ya sea masilla, yeso o cualquier otro producto adecuado a tu tipo de techo. Sigue las instrucciones del fabricante para conseguir un buen resultado.
El siguiente paso para arreglar las grietas de tu techo será aplicar la masilla o producto tapa grietas con una espátula. Deberás hacerlo en sentido longitudinal y aplicando solo el producto necesario, nunca en exceso.
Deja secar el producto tapagrietas el tiempo estipulado por el fabricante.
Una vez seco, deberás lijar bien toda la zona reparada para que quede bien lisa y sin imperfecciones.
Limpia de nuevo los restos de polvo generados por el lijado, asegurándote de que no quede suciedad.
De esta forma, ya estarán reparadas las grietas del techo y listo para pintar.
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