Cómo sembrar papaya

El árbol de papaya (o Carica papaya) es uno de los pocos árboles que dan frutos y que se pueden plantar en una maceta sin necesidad de ser trasplantados, posteriormente, a espacios abiertos para terminar con su desarrollo. El cultivo del árbol de papaya en maceta es una de las tareas más fáciles que existen y, por si fuera poco, su aspecto es ideal para utilizarla como planta decorativa de interior. Te descubrimos cómo sembrar una planta de papaya en maceta con un sencillo paso a paso:

1. Lo primero que debes determinar es si quieres tener un árbol de papaya en maceta que dé frutos o no. En el caso de quererlos, debes escoger aquella que sea hermafrodita, ya que esto agilizará el proceso de fertilización, puesto que la misma planta se puede polinizar.
2. A continuación, debes escoger una maceta que sea suficientemente grande, pues la planta de papaya suele crecer de 2 a 5 metros.
3. Ahora tendrás que preparar la maceta. Añade grava para rellenar el fondo hasta que llegue a un cuarto del recipiente. Este material es usado, principalmente, para mejorar el drenaje y evitar que las raíces de una planta se pudran, así que es importante que lo tengas a mano en tu jardín. Posteriormente, debes proceder a llenar hasta una tercera parte de la maceta con sustrato (puede ser una combinación entre abono y tierra marrón).
4. Seguidamente, tendrás que colocar el plantón de papaya sobre el sustrato y proceder a llenar los bordes con más sustrato hasta quedar totalmente sellado, pero siempre recordado que el tallo debe sobresalir en la superficie.
5. A continuación, tendrás que situar el árbol de papaya en maceta en un lugar donde esté expuesto a abundante luz solar durante la mayor cantidad de horas posibles al día, pues este árbol requiere de dicha energía para desarrollarse fuerte y sano.
6. Finalmente, tendrás que regar la planta en su base, procurando usar fertilizantes diluidos en agua pero no en grandes cantidades. Es importante que la papaya goce de minerales como zinc, manganeso y fósforo para que se desarrolle con más vitalidad y dé frutos saludables.

El cultivo de la papaya para obtener frutos en casa es, como hemos dicho, de lo más fácil. No importa si pretendes sembrar la semilla en una maceta o en tu jardín, pues desde unCOMO te enseñaremos cómo preparar el terreno, la semilla y qué hacer para que esta germine:

1. Lo primero que debes saber es si el clima de tu región es el ideal para que una planta de papaya se desarrolle. Los lugares donde las heladas son frecuentes podrían acabar con la vida de la planta en cuestión de tiempo y, además, esta especie prefiere los hábitats cálidos como los tropicales.
2. Para poder cultivar papaya en casa tienes que preparar la tierra con cierto cuidado: inspecciona el área de tu jardín y mira que la zona de cultivo sea rica en nutrientes. También puedes ayudar preparando tu propio sustrato con el uso de compost y grava para mejorar el drenaje.
3. Ha llegado el momento de preparar la semilla: toma un puñado de ellas, viértelas en un colador, sacude el instrumento y verás como la semilla se va descubriendo. A continuación, deja que se sequen al natural durante 24 horas. Puedes obtener las semillas de una fruta de papaya o de alguna tienda especializada.
4. Ahora que están listas las semillas, puedes proceder a su cultivo: basta con hundir a un centímetro de profundidad las mismas semillas en el sustrato. Si quieres sembrar varias, la distancia mínima recomendada entre una y otra es de 3 metros.
5. Una vez que las semillas estén dentro del sustrato debes regar la planta pero sin encharcar la zona, basta con humedecer la tierra.
6. 4 o 5 semanas después, la mayoría de las semillas de papaya habrán germinado. Es en este punto donde será necesario comenzar a fertilizarlas para acelerar su crecimiento (pero sin abusar). Después de 9 meses podrás gozar de unos ricos frutos dulces de papaya.

Al momento de escoger una planta de papaya para cultivar en casa, es necesario determinar tres cosas: si la planta es macho, hembra o hermafrodita. Para ello, desde unCOMO te daremos algunos consejos prácticos que te permitirán distinguir cada especie de papaya según su género:

• La forma más fácil de determinar el sexo de una planta de papaya es fijándote bien en su etapa de floración. Así, para saber si la especie vegetal es macho, bastará con fijarte en la separación de las flores respecto al tallo. Los machos poseen flores en racimos, arraigadas a una ramificación larga y fina que sale desde el tallo principal.
• Por otra parte, si la especie vegetal es hembra, lo verás porque las flores saldrán separadas y en grupos pequeños, siempre pegadas al tallo (tronco) principal.
• Por último, si la planta de papaya es hermafrodita, lo verás porque a lo largo de la etapa de floración presentará características de ambos sexos. Si la planta es hermafrodita, verás los brotes de flores en racimo bien pegados al tallo principal.

Trasplantar papaya requiere una serie de pasos que se deben tomar al pie de la letra para hacerlo de forma exitosa. En unCOMO te damos los detalles de cómo trasplantar papaya de una manera rápida, fácil y segura:

1. Una vez tengas el cepellón fuera de la maceta donde germinó la semilla, debes proceder a cavar una agujero. Este hoyo debe tener, como mínimo, tres veces el tamaño de la maceta. Ten presente que el lugar donde se plantará la papaya debe estar continuamente soleado y distanciado de otras plantas o edificaciones, por lo menos unos 10 pasos.
2. El paso siguiente será preparar el sustrato: puedes combinar la tierra que has sacado del hoyo con compost y grava para mejorar el drenaje.
3. El tercer paso, y este es opcional, sirve para asegurarnos de que las raíces estarán protegidas de plagas. Solo debes agregar un poco de fungicida en la tierra para no correr riesgos con tu planta. Desde unCOMO te recomendamos visitar este artículo sobre Cómo hacer un fungicida casero para tener tu árbol de papaya protegido sin salir de casa.
4. Seguidamente, coloca el cepellón en el agujero y rellena los bordes con la tierra tratada.
5. Finalmente, debes proceder a realizar el riego respectivo para que la planta vuelva a hidratarse y la tierra se compacte. Recuerda no encharcar la zona, pues un exceso de agua haría que las raíces se pudieran.

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